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18 OCTUBRE

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El sector alimentario confía en la tecnología para producir más con menos

El sector alimentario confía en la tecnología para producir más con menos

El sector de la agricultura, el de la ganadería y la industria alimentaria afrontan el reto de resolver el “sudoku” de dar de comer a una población mundial en crecimiento con unos recursos limitados, un desafío ante el que la tecnología y la innovación son sus principales aliados.



Producir más con menos. Hoy, cuando se celebra el Día Mundial de la Alimentación, la FAO -organismo dependiente de la Naciones Unidas- maneja datos que hablan por sí solos: las proyecciones apuntan a que habrá 10.000 millones de bocas a las que alimentar en 2050, en torno a un 33 % más que actualmente, en un contexto marcado por la preocupación ante el cambio climático y la necesidad de un consumo sostenible. Según sus cálculos, hará falta incrementar en torno a un 50 % la producción de comida en las próximas cuatro décadas para abastecer a toda la población.

El factor más limitador es la tierra, que ya no puede crecer. Con la que disponemos, necesitamos incrementar los rendimientos agrarios, sin olvidar que hay que reducir el impacto ambiental”, explica en declaraciones a Efeagro la nueva directora del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Esther Esteban.

Esteban -nombrada para el cargo a finales de septiembre- reconoce que el reto “cada vez es mayor” y recuerda que el rendimiento agrícola no ha dejado de crecer desde hace décadas.
No obstante, el ritmo del aumento poblacional también se acelera: de los 2.600 millones de personas de 1950 se pasó a 5.000 millones en 1987, mientras que la barrera de los 7.000 se superó ya en 2011, lo que eleva la presión sobre el sector alimentario.

“Hay margen para responder a esos desafíos, las técnicas están mejorando mucho sobre todo en el área de la biotecnología, que ha sido la responsable del gran incremento de producción de alimentos en estos años”, destaca la directora del INIA, el centro desde el que se coordina toda la investigación en materia de agricultura, ganadería y alimentación en España.

Algunos ejemplos de cómo producir más con menos

Esteban cita ejemplos concretos, como el uso de cultivos capaces de captar nitrógeno o de variedades más productivas y resistentes a plagas, como parte imprescindible de la solución.“Por ejemplo, ante una enfermedad que reduce la rentabilidad de un cultivo, ahora con una pequeña mutación del genoma de una planta podemos solucionar un problema que antes tardábamos de media diez años en resolver y con una inversión económica mucho menor”, argumenta.

En un momento en el que se percibe cierta “quimiofobia” -recelo al uso de químicos en alimentación y otros sectores-, la directora del INIA aboga por que tanto la administración como los científicos hagan un mayor esfuerzo en transmitir a la sociedad que el uso de tecnología “no pone en juego la seguridad de la alimentación”. “Esa idea de lo natural es equivocada. La tecnología se viene aplicando en la agricultura desde la antigüedad (…) y si no recurrimos a estas nuevas técnicas habría un mayor impacto en el medio ambiente. Es absurdo, nunca se ha comido tan seguro“, defiende.

Publicado: 18 de octubre de 2018

Fuente: EFE Agro

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