El Programa incluirá varios departamentos y agencias federales en torno a un objetivo: el mapeo del norte al sur del suelo de Brasil, en el período comprendido entre 10 y 30 años
Una nueva obra de grandes proporciones aumentará el conocimiento sobre el suelo brasileño. Coordinado por la Embrapa, el Programa Nacional de Suelos de Brasil (Pronasolos), tiene como objetivo organizar los datos brasileños sobre territorio y generar diferentes grados de detalle para apoyar las políticas públicas, ayudar a la administración de la tierra, la agricultura de precisión y la base de las decisiones de apoyo a la concesión de crédito agrícola, entre muchas otras aplicaciones. Con un presupuesto de R$ 3 mil millones de reales, Pronasolos debe generar ganancias de R$ 40 mil millones para el país en una década, según los expertos.
El programa incluirá varios departamentos y agencias federales en torno a un objetivo: el mapeo del norte al sur del suelo de Brasil, en el período comprendido entre 10 y 30 años, en escalas que hacen posible la toma de decisiones y el establecimiento de políticas públicas en los niveles correctos municipal, estatal y federal -uno y veinticinco mil, mil 1:50, 1: 100 000, respectivamente. Esto significa que cada centímetro del mapa corresponde a un kilómetro de área (en la escala de 1: 100 000). La definición de escalas dependen de las prioridades del gobierno. Cuanto más detallada (1:25 mil) es deseable, por ejemplo, para las propiedades de planificación y en la agricultura de precisión, lo que influirá directamente en la concesión de crédito rural.
Brasil paga un alto precio por no saber más sobre su suelo: la falta de agua en el campo y en grandes ciudades; intensa erosión de suelos en las zonas rurales, que agravan las inundaciones y causan pérdida de insumos agrícolas, entre muchas otras consecuencias. Los datos del Ministerio de Medio Ambiente (MMA) indican que 140 millones de hectáreas de tierra brasileña se degradan, lo que corresponde al 16,5% del territorio nacional.
A nivel mundial, el 33% de los suelos sufre degradación de moderada a alta, de acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Estas son áreas que han tenido su capacidad reducida por la erosión, la impermeabilización, la salinización, y contaminación, entre otros. La cantidad de suelo perdido por año llega a 24 millones de toneladas, según datos de la FAO. Para agravar, en poco más de tres décadas, el mundo tendrá 9,6 millones de habitantes, exigiendo que la producción de alimentos se incrementará en un 65%.
Retos y beneficios
"Pronasolos debería mejorar nuestra competitividad en el mercado internacional de productos agrícolas. Al final del proyecto estaremos al mismo nivel de los países avanzados en las asignaciones, al igual que Estados Unidos, que hizo que esta identificación desde la década de 1960, y Australia", prevee el investigador José Carlos Polidoro, responsable de I + D de Suelos de Embrapa.
Se espera que elabore una gran base de datos a disposición de la sociedad en un lenguaje accesible con toda la información sobre el suelo, al final del programa.
Sin embargo, el proyecto necesita para funcionar de varios factores, tales como la extensa red de laboratorios, los técnicos de campo, el trabajo cooperativo de varias instituciones, la formación de mano de obra especializada, etc.
Efectos ambientales
De acuerdo con el Tercer Inventario Nacional de emisiones de gases de efecto invernadero, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (MCTIC) en 2010, la agricultura fue el sector que más ha contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero en Brasil, con el 32% de las emisiones totales, seguido por el sector de la energía (29%), uso de la tierra, cambio de uso de la tierra y silvicultura (28%), los procesos industriales (7%) y el tratamiento de residuos (4% ). "Sin embargo, el simple análisis de los datos puede dar lugar a una interpretación errónea de la agricultura brasileña. La importancia relativa del sector se incrementó en el último inventario, debido a la mitigación de las emisiones de la reducción de la deforestación, especialmente la Amazonia", explica Renato Aragão Ribeiro Rodrigues, un investigador de la Embrapa Suelos, especialista en cambio climático. "La gestión adecuada del suelo es una herramienta de mitigación de emisiones de gran alcance, lo que reduce la necesidad de fertilizantes de nitrógeno - la principal fuente de emisiones de óxido nitroso", añade.
Para el investigador, la gestión adecuada del suelo es capaz de mejorar la cantidad y calidad de los alimentos ofrecidos a los animales en los pastos. "Esto es importante porque la emisión de metano por fermentación entérica de los rumiantes, en particular los bovinos, es la principal fuente de emisiones de la agricultura brasileña", dice Aragón.
Según la FAO, Brasil tiene 140 millones de hectáreas con diferentes niveles de erosión (equivalente a más de nueve millones y 500.000 Maracanãs) y la necesidad de revertir esta situación tan pronto como sea posible. Con Pronasolos será posible evitar que una mayor degradación ocurra y facilitar la recuperación de áreas degradadas. "La erosión conlleva la pérdida de sus atributos químicos, físicos y biológicos. También es causa de pérdida de la calidad y disponibilidad de agua, especialmente para el consumo humano", enumera Aluísio Granato de Andrade, investigador de Embrapa Solos cuyo trabajo se centró en el uso, manejo, conservación y la recuperación del suelo. Sin cubierta de bosques, el agua no puede penetrar adecuadamente en el agua subterránea, causando disminución de la cantidad de agua.
Un área de tierras desertificadas hace que las personas se vean obligadas a tratar de producir en tierras marginales no aptas para cultivos o pastos, o avanzar hacia tierras más frágiles (Amazonas y el Pantanal, por ejemplo), multiplicando la desesperada degradación
La actividad humana sin el conocimiento de los recursos naturales -suelo, agua y biodiversidad- la falta de planificación a diferentes escalas, el uso de sistemas de gestión inadecuada, la deforestación incorrecta, exploración del suelo sobre la capacidad (exceso de pastoreo, la agricultura extensiva ), y el desordenado crecimiento urbano e industrial, dan lugar a una secuencia de acciones que influyen en las propiedades y naturaleza del suelo, por lo que es más susceptible a las fuerzas de degradación naturales y afectar significativamente la cantidad y calidad del agua.
Con un tercio de sus tierras degradadas, la erosión en Estados Unidos provoca pérdidas anuales de alrededor de 10 mil millones de dólares al año.
El cambio de esta realidad en Brasil debe ser una prioridad clave para la agricultura del país en los próximos años.
Elisangela Santos (MTB 19500 / RJ)
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Traducción: Cecilia González
Publicado: 08 de noviembre de 2016
Fuente: EMBRAPA
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